Muchas son las empresas que disponen de un servicio de cafetería para sus empleados. Dependiendo del tamaño de las oficinas, del poder económico de la empresa y del número de empleados, encontramos desde cafeteras hasta cafeterías propias en el interior del recinto o instalaciones corporativas.
El café es parte del ritual laboral de todo (o casi todo) trabajador. Supone algo más que una bebida energizante, pues indudablemente tiene un componente social y de descanso asociado.
El momento del café o “coffee time” se produce dentro o fuera de las oficinas de la empresa, pero se produce. Y esta es una oportunidad más para integrar y ganar en imagen de marca interna y externa hacia tus empleados o clientes respectivamente.
“Tu empresa necesita una máquina de café desde el momento en que tienes trabajadores, es decir, siempre”
No nos engañemos, en una salita, frente al ordenador o en el bar de la esquina, nuestros empleados, muchos o pocos, se reunirán para hacer un parón en ciertos momentos del día para socializarse, descansar y comentar las vivencias del fin de semana y la victoria de sus equipos de fútbol preferidos. Forma parte de sus vidas, y ello hay que potenciarlo en lugar de entorpecerlo incorporando al equipo una máquina de café para empresas.
Las necesidades a nivel de maquinaria serán muy distintas para pymes que para una multinacional, pero si las analizamos de raíz se basan en una misma necesidad del empleado.
Para empresas pequeñas podría ser más interesante tener una máquina que funcione con cápsulas de café como la que muchos ya tienen en sus casas. Su reducido tamaño hace que se pueda instalar incluso en las empresas que no disponen de una sala de café propiamente dicha y para las que cualquier espacio es bueno a la hora de improvisar una entretenida y relajante conversación con los compañeros. El pasillo, frente a la puerta de la calle, en una mesa apartada… cualquier lugar será bueno para desconectar y tomarse un buen café caliente. De forma mucho más controlable, iremos rellenando los armarios con cápsulas de diferentes tipos y sabores para ver qué está causando más aceptación y adaptar las provisiones al consumo de nuestros empleados.
Una alternativa más sibarita podría ser la compra de una máquina compacta de café molido para empresas. Sin duda, los amantes del café (que los hay por todas partes) recibirán con gran alegría una experiencia gratuita y deliciosa como la que proponen estas máquinas, con un café similar al de las cafeterías.
Y para empresas mayores o que quieran rentabilizar el gasto de sus empleados en café, siempre se puede optar por una máquina de vending de café (y también snacks variados). Con ello no solo seguiremos ofreciendo una alternativa más económica de café instantáneo y accesible para los empleados, sino que además estaremos recuperando y monetizando esta inversión para reinvertir, por ejemplo, en otras mejoras para el confort e integración de los empleados, potenciando con ello la calidad del ambiente laboral.